Timi llegó al Refu siendo muy chiquitita, junto a su hermana, Cristina. Desde siempre se mostró muy tímida (de ahí su nombre) e insegura de la presencia humana, por lo que siempre nos costó mucho estar en contacto con ella. Esto produjo que fuera afectada por una enfermedad en la piel durante mucho tiempo, hasta que finalmente pudimos "atraparla" y ponerla en su canil, para que realizara su tratamiento. Gracias a los cuidados recibidos, hoy se encuentra "casi curada totalmente", solo con algo que curar en su "cuellito", por lo que se le colocó un collar isablino, convirtiéndola así en "nuestra perrita velador". Contrariamente a lo que creíamos, se adaptó muy bien a su actual "aspecto", y hasta nos ha sorprendido jugando con sus compañeros de cuarto, Josefina, Guillermo y Dino. A pesar de su carácter "huidizo" estamos seguras que lo que necesita es una familia que la cobije y que borre para siempre las cicatrices que quedan en su memoria sobre malos tiempos vividos. Mientras esa familia aparece, ella comparte sus días con nosotras y con todos sus hermanitos del Refu.
