

Otros yacen quietitos a un costado de la calle, temblando de dolor y miedo después de haber sido atropellados. Algunos están heridos de cuchillo y aún de bala. Una madre exhausta alimenta a su cría en la vereda sin saber cómo va a alimentarse ella. Todos ellos sufren del mismo mal: son animales abandonados. Sin voz ni voto, pero con mucha tristeza. Y temor. Y hambre. El signo en común de los "sin techo".
C.A.S.A. les da albergue y alimento en su sede y con la buena voluntad y el esfuerzo de sus voluntarios y personal veterinario recupera a estos náufragos de la calle, para que, una vez sanos, puedan ser adoptados por gente responsable y cariñosa.
Nuestros animalitos son entregados vacunados y saludables a cambio de una colaboración y del compromiso por parte de su nuevo dueño de darles una vida digna y feliz. Cada animalito adoptado deja un lugar libre a otro que espera su oportunidad en la intemperie, y la colaboración recibida se destina íntegramente a las necesidades del albergue y la pronta recuperación de los animales que nos llegan. Los que no son adoptados siguen recibiendo nuestros cuidados durante todo el ciclo de su vida natural. Estamos trabajando a puro pulmón y al límite máximo de nuestra capacidad de recursos (estructurales y económicos). Tenemos muchos animales esperando un dueño. Y hay muchos más afuera, esperando entrar.
¿ Tenés un lugar en tu hogar y en tu alma para un amigo de cuatro patas, cuyo amor te garantizamos al 100 %? ¿Querés colaborar con nuestra obra mediante donaciones o unas horas semanales de trabajo voluntario?
Si es así, llamanos o pasá a conocernos. Y conocelos a ellos, que siempre esperan...